martes, 31 de julio de 2012

HOMENAJE A LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA



Tú eres mi blanca Señora,

la de los ojos de cielo,

la de manos de azucena,

la de miel en los cabellos.

Tú, la que calza la luna,

el sol viste por entero,

te coronan las estrellas

y te siguen los luceros;

a quien los ángeles cantan,

a quien llenos de respeto

con las plumas de sus alas

te levantan hacia el Cielo.

Yo te miro con asombro

cuando levantas el vuelo,

¡yo me quedo suspirando,

y tú te vas sonriendo!

¡Qué clara sonrisa brilla

y qué divinos destellos,

y qué razón tienes Madre

para gozar tal contento!

Porque te acoge en sus brazos

Jesús nuestro dulce Dueño,

¡Oh! mi Madre, qué alegría

cuando te veo subiendo,

subiendo, cual nube blanca

ya tan cerquita del Cielo.

Los Ángeles baten palmas

y se inclinan con respeto;

¡Tanto te habían deseado

Reina de mi pensamiento,

que aún les parece que tardas

y más se anima su vuelo!

¡Y Tú, Madre, qué feliz!

No es tu carroza de estrellas,

el Rey mismo de la gloria

entre sus brazos te lleva,

Tú de niño le llevaste;

y ahora Él te lo premia.

¡Tú cuidaste su destierro

y Él te corona de Reina!


No hay comentarios:

Publicar un comentario