Diálogo IV
__¡Eminencia
Reverendísima, tened la bondad de escucharme antes de comenzar esta ceremonia
absurda por parte de la familia y de la Iglesia! Esta mujer que pensáis
entregar al servicio de Dios no está libre. No puede jurar amar sólo a Dios ya
que antes me lo ha jurado y se ha entregado a mí, Pietro Lansi Odelo.
__¿Es
cierto lo que dice este hombre?
__¡Pietro
Lansi! ¡salid de aquí inmediatamente! ¡estáis ofendiendo a Dios con la mentira
y con esa ropa que no os corresponde, y a mi honor y al de mi hija!
__Esta
capa la tomé prestada sólo para que me dejaran entrar a tiempo de evitar esta
farsa. Ya me la quito y soy sólo Pietro y digo la verdad. Vuestra hija Bianca
me entregó su amor, de palabra y de hecho, ante la Virgen, en vuestra casa. Y
vos lo sospechabais, por eso me alejasteis de aquí para la ceremonia.
__¿Es
verdad eso, maldita hija?
……………………………
__Fíjese
hermana Antonia…
__Ya
lo veo, hermana Sara, la hija está diciendo que sí, la abadesa se tapa la cara
y rompe a llorar...
__La
hermana Donotila se ríe con disimulo...
__Creo
que la madre se está desmayando...
__Sí,
desde aquí la veo en el suelo.
__No
me extraña, con las barbaridades que está diciendo su marido.
__No
podíamos esperarnos esta escena terrible…
…………………………………
__¡Bianca,
maldita hija, maldita mujer! ¡reniego de ti, ya no eres mi hija! ¡Me arrepiento
de haberte engendrado! ¡maldita seas mil veces! ¡
__¡Pietro!
¿Qué has hecho? ¡No somos libres de amarnos!
__¡Bianca,
amor mío, no temas, no te rindas ahora, no llores, no te desmayes!
__Bianca,
abre la boca, toma unas gotas de este vino que te reanimará.
__¡Hermana,
ese vino es para la Misa, será la Sangre de Cristo!
__Sí
madre, pero si Jesús dio su Sangre para salvarnos, bien podemos reanimar a esta
muchacha con él.
__¡Bianca,
amor mío, sé valiente y di que nos queremos! ¡Que ante Dios y la Santísima
Virgen lo hemos jurado!
Diálogo V
__¡Amadísimos fieles! Ante
nosotros se presentan nuestros hermanos, Pietro y Bianca, que han manifestado
su amor y su intención de unirse en matrimonio. Ambos son libres: de Pietro me
consta y de Bianca acabamos de oír como su padre la deja en libertad al renegar
de su paternidad. Por tanto, con la autoridad que me da la Santa Madre Iglesia,
los bendigo y declaro ¡Marido y Mujer! Los juramentos de fidelidad mutua y a la
voluntad de Dios los doy por expresados. Así pues, con mi bendición, pueden
retirarse.
__¡Amén!
__¡Así sea!
__¡Dios los bendiga!
Diálogo VI
__¿Ves
Bianca, amor mío, como se ha solucionado? Ven conmigo. ¿Tienes frío? Ese
vestido de novia es demasiado fino. Con esta capa que he traído te cubriré para
salir de aquí. Por Dios, no llores más. Ya me tienes a mí y yo a ti. Por allí
veo a Giulio.
__¡Eh,
Giulio, no te vayas! ¿Puedes llevarnos contigo?
__Pietro
¿Cómo traes así a Bianca? ¿No es esa la capa morada que tenías que dejar aquí?
__Sí,
pero de momento me hace falta. ¿Puedes llevarnos contigo?
__Subid
pronto. ¿Cómo es eso? ¿Has robado a la novia al pie del altar?
__No
va robada, sino casada conmigo. El Arzobispo entendió pronto cuando dije ante
todos que ella me había dado palabra de amor y nos ha dado la bendición de
casados.
__¿Y
dónde la llevas ahora?
__No
he tenido tiempo de pensar, la casa de mi madre queda lejos. Tal vez podamos
descansar en la tuya, si te parece, y después ya buscaremos albergue.
__¿No
crees que Bianca tiene mal aspecto? Debe tener hambre. Si iba a comulgar, no
habrá comido nada. Voy a parar en aquel mesón, tenemos que reponer fuerzas.
__Bianca,
amor mío, vamos a entrar en esta casa. ¡Ah! ¡Ya veo que no puedes hacerte ver
con esa ropa! Yo te acercaré un tazón de sopa, pero ya viene Giulio con él.
__Toma,
este es para Bianca, después te traeré a ti. No la dejes sola. Yo comeré
dentro.
__Bianca,
amor mío, levanta la cabeza. Procura tomar esta sopa que te confortará hasta
que lleguemos a casa de Giulio. ¡Por Dios, no he pensado si la mujer de Giulio
tendrá habitación para nosotros! Bianca, por amor de Dios, come. Yo no puedo
comer por ti.
... CONTINUARÁ...
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